miércoles, 10 de noviembre de 2010

EL SOCIALISMO RECHAZARÁ EL PRESUPUESTO 2011

La Mesa Directiva Nacional del Partido Socialista, presidida por el Senador Nacional y presidente del PS Rubén Giustiniani, dio a conocer un documento donde se expresa el rechazo del PS al proyecto de Ley de Presupuesto 2011 enviado por el Poder Ejecutivo Nacional a la Cámara de Diputados de la Nación.

Del encuentro, realizado ayer por la tarde en la sede del PS en la Ciudad de Buenos Aires, participaron además los diputados nacionales Mónica Fein -presidenta de bloque- y Lisandro Viale; Carlos Roberto (Secretario General), Lucrecia Aranda (Secretaria Adjunta), y los integrantes de la Mesa Directiva: Juan Carlos Zabalza, Verónica Gómez, Marcelo Hadad, Julián D'Angelo, Rodolfo Succar, Carlos Nivio y Eduardo Cañas.


DOCUMENTO COMPLETO:

EL PARTIDO SOCIALISTA ANTE EL PRESUPUESTO 2011


El Proyecto de Ley de Presupuesto Nacional 2011 expresa la subestimación de las variables macroeconómicas transformando la Ley de Presupuesto en un esquema construido sobre estimaciones irreales, cuyo principal objetivo es disminuir los recursos públicos para posibilitar un manejo discrecional de los mismos, vía ampliaciones presupuestarias, superpoderes y decretos de necesidad y urgencia.


El desconocimiento oficial del problema inflacionario impacta negativamente en los sectores más vulnerables
porque la evolución del gasto social prevista por el Gobierno se ubica muy por debajo de la inflación que se registrará realmente durante el 2011 y, además, se niega la implementación del 82% móvil, mientras los intereses del Fondo de Garantías del ANSES se van a usar para financiar otras erogaciones.


Se mantiene la misma estructura impositiva regresiva donde los ingresos indirectos al consumo como el IVA es el principal pilar de recaudación y se posterga el federalismo insistiendo en un centralismo fiscal que concentra los recursos en la Administración Nacional en desmedro de las provincias.

El Poder Ejecutivo Nacional acepta en sus previsiones que la recaudación total para el año que viene ascenderá a $ 492.178 millones
de los cuales solo se remitirán a las provincias $ 98.612 millones en concepto de coparticipación, y $ 21.130 millones por otras transferencias, es decir el total transferido asciende a un 24,32% muy lejos de la garantía establecida del 34% en la ley de coparticipación. Así, todos los gobiernos resultan fuertemente dependientes en términos financieros y consecuentemente políticos del gobierno nacional, lesionando de manera inconcebible el principio de autonomía.


Tampoco el actual presupuesto contempla las previsiones necesarias para un desarrollo de las universidades nacionales de acuerdo a las actuales necesidades.

Por estas razones el Socialismo rechazará el proyecto de ley de Presupuesto Nacional 2011 presentado por el gobierno nacional
y seguirá insistiendo con sus propuestas que concreten un país más justo e igualitario


SUPERPODERES


Rubén Giustiniani: “El Gobierno no quiere ninguna limitación”

El senador socialista Rubén Giustiniani, sostuvo, hoy, que el bloque oficialista en la Cámara Alta no bajo al recinto porque el tratamiento de los superpoderes era a “suerte o verdad: si perdían se terminaba la distribución discrecional del presupuesto”.


Giustiniani realizó estas declaraciones luego que fracasara la sesión en la Cámara de Senadores donde el oficialismo había propuesto tratar el proyecto de ley por el cual se sustituye el art. 37 de la ley nº 24156 de administración financiera y de los sistemas de control del sector público nacional, conocido como superpoderes.

“Hoy quedó claramente demostrado que el Frente para la Victoria no quiere ningún tipo de limitaciones". Al tiempo que recordó que “el año pasado, el gobierno defendió esta iniciativa que pone límites a las transferencias de partidas presupuestarias”, finalizo el presidente del Partido Socialista.

Como la novela de Horacio Velásquez: “Pobres habrá siempre”

Hace un año, estábamos discutiendo lo mismo que en estos días: el presupuesto 2011 (en aquel momento era el presupuesto 2010). La novela “Pobres habrá siempre” describía crudamente la explotación de los trabajadores en los frigoríficos. En ella había un mensaje claro de la necesidad de cambio y transformación social, y por ello el título mismo provocaba de antemano a la reflexión.

El Presupuesto 2011 sigue con la línea del Gobierno Nacional de los últimos años: sigue manejándose sobre estimaciones y especulaciones irreales, sigue beneficiando a los que más tienen mediante el sistema impositivo, el IVA sigue siendo el pilar de los ingresos, y sigue manteniendo y consolidando la injusta repartición entre la Nación y las Provincias, dejando cada vez más claro esa trágica frase: “Dios está en todos lados pero atiende en Buenos Aires”.

Casi el 75% de los recursos quedan hoy en manos de la Nación, y el resto se distribuye a las provincias a través del mecanismo de la coparticipación. En este contexto, será casi inevitable la profundización de los conflictos laborales. Los maestros, los médicos y enfermeros, los trabajadores municipales y provinciales, entre otros sectores asalariados, reclamarán –con justicia- incrementos salariales en una realidad en la que la inflación les adelgaza el bolsillo sistemáticamente. Y las provincias y municipios dirán seguramente que no tienen posibilidades de dar respuesta a esos reclamos en razón de que sus magros ingresos no lo permiten.

El gobierno nacional se resiste sin embargo a abordar el fondo del problema, que es la necesaria reforma tributaria. En el año 1975, la pobreza era de sólo el 4%, estaba vigente el progresivo impuesto a las grandes herencias que luego derogó Martínez de Hoz, y el IVA era del 13%, que Cavallo llevaría sucesivamente al 18% y luego al 21%. Hoy la pobreza supera el 30 %; el impuesto directo al consumo, que se hace sentir con más fuerza en los sectores populares, explica la mayor parte de la recaudación; y el gobierno se niega a avanzar con el impuesto a la renta financiera -una de las ganancias no gravadas- y otras reformas que pudieran revertir el carácter regresivo del sistema tributario argentino.

Por eso es necesario concretar las reformas estructurales que reviertan aquello en lo que dictaduras militares y neoliberalismo avanzaron
en detrimento de los sectores populares, para que pobres no haya siempre, lo que se logrará sólo cuando el combate a la pobreza se convierta realmente en una verdadera política de estado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario