domingo, 12 de septiembre de 2010

0% de IVA a la Canasta Familiar Básica

Fue una propuesta del Senador Nacional por la provincia de Santa Fe y Presidente del Partido Socialista, Rubén Giustiniani.


No se puede entender como un desocupado, obrero, trabajador o jubilado pague cada $100 de productos de la Canasta Familiar Básica $21 de IVA; esto muestra que el IVA termina siendo el impuesto más regresivo para los sectores populares de la Argentina.

La economía capitalista ha llegado a su punto crítico en los últimos años, produciendo una grave crisis mundial que todavía hoy, todas y todos los argentinos seguimos sufriendo. Esta crisis tiene su origen en el sistema financiero y ha sido a como consecuencia de los excesos cometidos en los mercados de derivados financieros, especialmente el de hipotecas en los Estados Unidos, que desencadenó un colapso de los créditos hipotecarios en ese país a mediados del año 2007.

En nuestro país, el gobierno ensayo el discurso de que nuestra economía no se vería afectada, lo que produjo indirectamente no tener en cuenta este escenario para poder prever el presupuesto nacional a futuro.

Lejos de estar blindada, la economía argentina presenta un grado importantísimo de fragilidad que la convierte en muy vulnerable frente a esta crisis internacional. Como lo advirtiéramos en numerosos oportunidades, el Gobierno no aprovechó la bonanza de un lustro para desarrollar una política económica que siente las bases de un desarrollo económico y social equitativo y sustentable en el tiempo, sino que por el contrario profundizó una esquema de ingresos y gastos públicos que cristalizó una estructura productiva poco diversificada y concentrada y una injusta distribución del ingreso.

En síntesis, el gobierno nacional toma medidas aisladas, que pueden tener mayor o menor efectividad, pero carece de un plan económico integral que permita la superación de esta crisis internacional sin hacer recaer su costo sobre los sectores más vulnerables de la sociedad.

Entonces es el momento de aplicar una política anti-cíclica, expansiva que garantice el nivel de actividad, empleo e ingreso de la población. Sin embargo, el sostenimiento de un sistema tributario regresivo y fuertemente centralizado, lo limitan en dicha posibilidad. Los sistemas tributarios cuanto más profundos (es decir mayor capacidad de recaudación tienen) y más progresivos son, resultan una mejor herramienta anti-cíclica ya que permiten amortiguar y dan más márgenes de maniobras para afrontar los períodos críticos. Por el contrario, nuestro sistema tributario resulta fuertemente regresivo, pues se apoya centralmente en impuestos al consumo y tiene escasa suficiencia recaudatoria.

Por no generar políticas alternativas, el gobierno debe recurrir a medidas extraordinarias para hacerse de fondos fiscales (apropiación de fondos de las jubilaciones, disponibilidad de reservas del banco central, moratoria impositiva, blanqueo de capitales, etc.), cuando podía haber contado con un fondo anti-cíclico suficiente para efectuar política activa, sin resentir otras funciones estatales.

Hoy en día, se hace imperiosa la necesidad de garantizar el ingreso de los sectores asalariados, de ingresos fijos, jubilados y pensionados así como de aquellos que se encuentran en una situación económica de marginalidad y exclusión. La crisis los afecta directamente y son los principales perjudicados, hecho que se traduce en los aumentos que ya percibimos de los índices de desocupación y subocupación, pobreza e indigencia.

Este proyecto presentado es una herramienta que apunta a preservar el ingreso real de este sector de la población, eximiendo del impuesto a los productos de la Canasta Básica Alimentaria y garantizando que dicha exención se traduzca en una efectiva reducción de los precios de dichos alimentos.

Esta medida, intenta preservar el ingreso de los sectores más afectados, también es
una herramienta que permitirá sostener la demanda interna motorizada por el consumo de estos productos y la importante producción regional que se motoriza por estos productos ayudando así a morigerar la disminución de la actividad económica prevista por la crisis. Por otra parte, permitirá atenuar en parte la profunda regresividad de nuestro sistema tributario.

0% IVA a:
  • Carnes de las especies de ganados bovinos, ovinos, camélidos y caprinos, animales de corral y pescados, frescos, refrigerados o congelados que no hayan sido sometidos a procesos que impliquen una verdadera cocción o elaboración que los constituya en un preparado del producto.
  • Frutas, legumbres y hortalizas, frescas,refrigeradas o congeladas, que no hayan sido sometidas a procesos que impliquen una verdadera cocción o elaboración que los constituya en un preparado del producto.
  • Granos y legumbres secas.
  • Harina de trigo.
  • Pastas alimenticias.
  • Galletas, facturas de panadería y/o pastelería y galletitas y bizcochos.
  • Aceites comestibles.
  • Café, yerba mate y te.

Firmá el PETITORIO!!!

Trabajando para TODAS y TODOS...

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