
El 12 de agosto se celebra el día internacional de la juventud. Esta fecha fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, después de que la Conferencia Mundial de Ministros de Asuntos de la Juventud se lo recomendara en 1998. Este día, se sancionó para promover la toma de conciencia del Programa de Acción Mundial para los Jóvenes.
Las y los jóvenes hemos tenido un gran protagonismo a lo largo de la historia mundial como nacional. Desde la Revolución Francesa, en el siglo XVIII, siempre fuimos protagonistas de los grandes cambios y hemos luchado por lo que nos parecería correcto. Allí en Francia es donde las y los jóvenes toman el poder en conjunto con la sociedad francesa destronando al Rey e instalando lo que hoy conocemos como República bajo los lemas de Igualdad, Libertad y Fraternidad.
A lo largo de la historia latinoamericana, fueron aquellos jóvenes cubanos (entre ellos el Che) quienes organizaron y llevaron adelante la Revolución más grande en Latinoamérica en el siglo XIX, que todavía con sus fallas y errores porque son humanos los que llevan esto adelante, sigue teniendo vigencia. Fue una Revolución tan grande, que no solo dejó que la sociabilización de los medios de producción es posible, sino que elevó al pueblo cubano en su cultura y marcó un antes y un después en Latinoamérica. Nuestro maestro, Alfredo L. Palacios, en su libro “Una Revolución Autentica para nuestra América Latina” (este libro lo escribió después de investigar el fenómeno cubano) escribía: “Los jóvenes se lanzan a la auténtica revolución. Fidel Castro se lanzó a la revolución, a la autentica revolución; no al cuartelazo. Se rodeó de jóvenes que no habían cumplido los treinta años y se inspiraban en Martí…Así como fue la Revolución de Mayo. Los jóvenes formaron la falange más ilustre de nuestra historia.”
Y en la historia argentina también los hubo, en la Revolución de Mayo de 1810 eran pocos los que tenían más de 30 años; solo San Martín contaba con 34 años, luego personajes como Moreno y Alvear tenían 29 y 23 años respectivamente. Siguiendo en la historia, encontramos a jóvenes en conjunto a adultos que llevaron adelante una de las más grandes huelgas obreras argentinas en el año 1919, más adelante conocida como la “Semana Trágica”, en donde fueron reprimidos y aniquilados por el Gobierno Radical de Yrigoyen. Por la misma época, un año antes, en la ciudad de Córdoba se llevaba adelante un movimiento de jóvenes universitarios, que luego terminaría siendo el movimiento juvenil más grande de América Latina e influyendo en el Mayo Francés (otro movimiento juvenil), que llevarían adelante la Reforma Universitaria Argentina en donde, a pesar de todos las imposiciones puestas por el gobierno de Yrigoyen, supo ganar “la batalla” y por sobre todo cambiar el modelo, rol y concepción de Universidad que la burguesía y el gobierno argentino de aquella época no querían.
La historia argentina nos lleva a la última dictadura militar, en donde un grupo de estudiantes secundarios de La Plata reclamaban el medio boleto estudiantil. A pesar de no haberlo logrado y terminar siendo víctimas de la dictadura, marcaron un quiebre en nuestra historia dejando denominada aquel día como “La noche de los lápices”.
Y nuestro partido, no es la excepción. Si por algo se caracterizó siempre el Socialismo fue por retroalimentarse de su juventud, de dejar siempre en claro que el Partido Socialista es fuerte y crece por su Juventud. Lo marca la historia del Socialismo, fundado por Juan B. Justo quien solo con 28 años fundó “La Vanguardia” el diario del Partido Socialista y dos años más tarde, con 31 años, fundaría el PS. Luego lo fue nuestro otro maestro, Alfredo Palacios quien con 14 años ya participaba de los movimientos obreros y con 26 años se transformaría en el primer Diputado Socialista de América Latina. En la misma época lo fue la joven Alicia Moreau que fundó el primer Centro Socialista Femenino y fue una de las pioneras en empezar a darle una mirada de género a la política argentina; por otro lado se encontraba el fundador del positivismo argentino, José Ingenieros, que se dedicó toda su vida a enseñar y apoyar a los movimientos juveniles (como la Reforma del 18). Más contemporáneos, fueron Alfredo Bravo y Guillermo Estévez Boero. El primero, que desde muy joven practicó la docencia, creo el “Estatuto Docente” y la CTERA; el segundo creó, junto a un grupo de jóvenes, el Movimiento Nacional Reformista, hoy en día la Juventud Universitaria del Partido Socialista.
Hoy, en el siglo XXI vemos que en la Argentina no ha avanzado; se ha quedado en ese modelo de país del principios de siglo XX, con leyes cada vez más injustas, con niveles obscenos de desigualdad, y hasta conservando aquel modelo agroexportador. Las y los jóvenes no somos la excepción en este país, no tenemos políticas públicas que nos incluyan (como políticas de primer empleo, acceso a la educación superior, secretarias estatales que traten de incluir a los jóvenes en las decisiones, etc.) y cada vez tenemos menos derechos. Rubén Giustiniani, quien sanciono la mayoría de edad a los 18 años, hacía referencia con esta ley en que la Argentina fue uno de los últimos países en Latinoamérica en sancionar esta ley y darle un derecho postergado a las y los jóvenes. Entonces, como jóvenes tenemos que empezar a pelear por nuestros derechos y tratar de transformar esta realidad para que nosotros vivamos otra realidad más adelante, y para que las generaciones siguientes nazcan y vivan en una sociedad más justa y solidaria.
Nosotros, como jóvenes socialistas pertenecientes al Centro de la Juventud Socialista “José Ingenieros” de la ciudad de Rojas, rendimos homenaje a todas y todos los militantes socialistas y aquellos jóvenes que dejaron su huella en la historia, que siempre pelearon por una sociedad más justa, igualitaria y solidaria.
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